Aterricé en Montevideo el sábado pasado en la mañana después de haber dormido 9 horas y haber dedicado las restantes a ver ‘Anatomía de una caída’ y haberme quedado fascinada por semejante obra maestra. Fue un vuelo, lo que se dice, comodísimo. Necesitaba con toda mi alma dormir mucho y estar quieta. Bajarle tres rayas al ritmo que yo misma me había inventado las semanas anteriores.
Volver a dónde se ama la vida
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Aterricé en Montevideo el sábado pasado en la mañana después de haber dormido 9 horas y haber dedicado las restantes a ver ‘Anatomía de una caída’ y haberme quedado fascinada por semejante obra maestra. Fue un vuelo, lo que se dice, comodísimo. Necesitaba con toda mi alma dormir mucho y estar quieta. Bajarle tres rayas al ritmo que yo misma me había inventado las semanas anteriores.