Escribo esta carta en una mesita de madera delante de un ventanal con vistas a las montañas patagónicas. Cuando te vas aproximando a este paisaje empiezas a darte cuenta de lo pequeñito que eres en comparación de tierras infinitas y montañas que rozan el cielo.
Una carta desde la Patagonia
Que lugar tan bonito. Eres una afortunada!