Apreté el botón de parar en mi mundo de vorágine y cuando todo va despacio acaba yendo más rápido. Dejé de llegar tarde a los sitios. Lo sustituí por sencillamente llegar. Terminé el libro de Almudena, por supuesto, a moco tendido porque llorar antes de dormirse es un ejercicio para el descanso y para el alma. Una conversación con Olga me retrotrajo a un texto de Xacobe Pato en el que decía algo así como que las mejores ideas salían de alguien que se había flipado en su habitación.
«Fliparse»
«Fliparse»
«Fliparse»
Apreté el botón de parar en mi mundo de vorágine y cuando todo va despacio acaba yendo más rápido. Dejé de llegar tarde a los sitios. Lo sustituí por sencillamente llegar. Terminé el libro de Almudena, por supuesto, a moco tendido porque llorar antes de dormirse es un ejercicio para el descanso y para el alma. Una conversación con Olga me retrotrajo a un texto de Xacobe Pato en el que decía algo así como que las mejores ideas salían de alguien que se había flipado en su habitación.