«Fliparse»
Apreté el botón de parar en mi mundo de vorágine y cuando todo va despacio acaba yendo más rápido. Dejé de llegar tarde a los sitios. Lo sustituí por sencillamente llegar.
Terminé el libro de Almudena, por supuesto, a moco tendido porque llorar antes de dormirse es un ejercicio para el descanso y para el alma. Una conversación con Olga me retrotrajo a un…