En 2015 un día antes de irme de Milán y de acabar mi año de Erasmus decidí tatuarme. Fui al lugar algo asustada —¿algo grabado en mi piel para siempre? PÁNICO— pero decidida a pedir cita para el mismo día. Era casi imposible que me la dieran pero oye, es que los arrebatos vienen así y yo me iba el día siguiente. Cuando llegué, la tatuadora me dijo que que tenían el día lleno pero que dejase mi número por si alguna cita se cancelaba.
Espero que encuentres toda la felicidad que te mereces, que es muchísima, hija pequeña 🙏❤️