En 2015 un día antes de irme de Milán y de acabar mi año de Erasmus decidí tatuarme. Fui al lugar algo asustada —¿algo grabado en mi piel para siempre? PÁNICO— pero decidida a pedir cita para el mismo día. Era casi imposible que me la dieran pero oye, es que los arrebatos vienen así y yo me iba el día siguiente. Cuando llegué, la tatuadora me dijo que q…
© 2025 Carla Mouriño
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