Cuando llenas demasiado el calendario las horas acaban sucediéndose según lo planeado y está ocurriendo todo mientras en realidad no ocurre nada. Esta carta es un manifiesto anti-calendario, anti-agendar reuniones con amigos en el calendario, anti-eficiencia.
Me ha gustado mucho la idea que comentas de apuntar los pequeños placeres de la semana. Quizá lo empiece a practicar también. ¡Gracias por la idea!
Qué bonita!!! Gran reflexión, muy bien hilada además.