Una mesa, cuatro patas. Cristal o madera. Caoba, negra, con mantel, sin él. Copas, vasos rehusados y grisáceos, o de plástico, ya que nos ponemos. Cubiertos de los que pesan o los que se compran en Ikea en el pack de oferta. Ponerla entre todos o montarla para recibir a invitados. Servilletas de rollo de papel de cocina, de tela bordadas, de cuadros, o usar el papel higiénico porque no queda de nada —que tire la primera piedra el que no haya hecho esto nunca—.
Cuatro patas, mil historias
Cuatro patas, mil historias
Cuatro patas, mil historias
Una mesa, cuatro patas. Cristal o madera. Caoba, negra, con mantel, sin él. Copas, vasos rehusados y grisáceos, o de plástico, ya que nos ponemos. Cubiertos de los que pesan o los que se compran en Ikea en el pack de oferta. Ponerla entre todos o montarla para recibir a invitados. Servilletas de rollo de papel de cocina, de tela bordadas, de cuadros, o usar el papel higiénico porque no queda de nada —que tire la primera piedra el que no haya hecho esto nunca—.