"Ganas"
Película Soul. Última noche del año —la del 30—. De forma deliberada y consciente nos ponemos a verla en casa. Lo poco que había leído sobre ella me hacía pensar que la frontera con el año siguiente era el momento perfecto para que golpease exactamente en el punto que tenía que hacerlo.
Soul te dice cosas que ya sabes, pero que no haces. Te dice cosas que sientes, pero que no te atreves a sacar. Te pregunta si la renuncia a un sueño implica la infelicidad o si, en cambio, se puede ser feliz con las alternativas. Cuestiona que el centro de toda tu existencia sea la respuesta al ‘a qué has venido’. Te hace dudar. Te lleva a los rincones de tus mejores recuerdos. Y sobre todo, te habla de una palabra capaz de cambiarlo todo: ganas. Te habla de tenerlas. De tenerlas como requisito imprescindible para vivir.
Yo sigo sin saber —podría ser una de las frases estrella de nuestra generación— a que he venido exactamente. Pero intuyo, va por ahí, presiento, que es una búsqueda constante e infinita. Que por el camino he encontrado, y lo sigo haciendo, los motivos para caminar. Que aspiro a congelar los momentos con la gente que quiero para quemarlos entre abrazos. Que sigo cometiendo errores. Haciendo muchas cosas mal y espero que otras bien. He virado en mis deseos —no fracasas porque todo no salga exactamente como te lo imaginabas— y he brillado cuando estaba tan oscuro que no podía ver. Sigo entendiendo lo que me gusta y prescindiendo de lo que no. Me gusta pasear descalza por la arena, nadar en agua caliente y regalar sin motivo. Me gusta preguntármelo todo, aunque a veces lo aborrezca. Disfruto cada vez más de lo normal y me siento más capaz de discernir entre el quiero y el tengo que.
Quizás solo al final somos capaces de darnos cuenta de ese ‘a qué hemos venido’ y el resto de la vida tenemos que pasárnoslo probando. Quizás lo único que poseemos de verdad son las ganas. Lo que nos empuja a luchar cuando el mal tiempo arrecia o cuando te han salido tantas cosas del revés que no ves la salida.
Te levantas y vas. A buscar el trabajo de tu vida, a dejar el que no te gusta, a dibujar, a caminar, a escribir, a ensayar, a examinarte, a cantar en la calle o a decirle ‘te quiero’ a esa persona a la cara. Tú vas.
Y mientras resolvemos la incógnita del sentido de nuestra vida, sigamos jugando con ganas. Acabaremos descubriéndolo.
Un mood
Sofía el otro día me mandó un tuit de Laura Casielles, una poeta que nos encanta y que además es tuitera activa y deja perlas así.
Brindo por el chispazo.
Una canción
Anoche pasamos la Nochevieja en casa juntos. Hacía 8 años que eso no ocurría y no, no eché de menos salir de fiesta.
Espero que ayer pasases la noche cerquita de esas personas que hacen que tu mundo sea mejor. Mi canción es una muy vieja, pero si pidiese algo al universo este año sería que ‘Stand by me’:
Un libro
Por primera vez he roto mi tradición de acabarme un libro un año y empezarme el siguiente ya en el año nuevo. Esta vez no. No podía esperar.
Empecé hace unos días ‘El colibrí’ de Sandro Veronesi. Este libro tiene Italia y tiene un significado: el colibrí es uno de los pájaros más pequeños que existen y cuenta la leyenda que si lo ves aparecer en tu casa, es una persona que quieres que ya no está contigo pero que te visita.
Si te pica la curiosidad, aquí tienes.
Bienvenido, 2021, pasa, vamos a jugar.