Como en todas las cosas, cuando uno no las ha hecho está siempre más temeroso: no saber qué esperar es un maravilloso caldo de cultivo para la imaginación de todo tipo, la buena y la mala.
Yo empecé a viajar sola en 2021 y desde entonces he estado en Asia y Latinoamérica, en islas y ciudades, en playas remotas y en pueblos repletos de gente, en furgonetas a medianoche destino a aeropuerto, en barcos nocturnos para llegar a puerto al amanecer. Así que créeme si te digo que sé algo sobre los pros y los contras.