Algunos apuntes de inicio de año
Primero:
Este año quiero leer más, dedicar más tiempo a cosas que me gusten y que no sean prácticas, quiero cultivarme en las cosas inútiles, en las que me gusten y ya, quiero escribir en cuaderno y boli hasta que me duela la mano, quiero seguir regalando mi tiempo y cualquier cosa que vea que me recuerde a ti, quiero hacer las paces con recuerdos, perdonarme por las veces que no me quise tanto, escuchar un poquito más, preguntar mucho más, ocuparme de lo que yo piense que es importante, no solo de lo que los demás me digan que es importante, seguir practicando el arte de decir las cosas, tener todavía menos vergüenza, bailar más música en directo, pasar algo de calor, hacer alguna cosa que suponga un reto: subir otro volcán-quién sabe, visitar algún lugar nuevo que no haya conocido antes, probar la comida que hizo alguien con cariño, volver a estudiar un idioma
Segundo:
Empiezo el año acojonada y crecida. Es todo aterrador y brillante. Yo qué sé. Vivir en la contradicción es lo más humano.
Tercero:
Los recuerdos asaltan insolentes aunque tú no los busques, ni los llames, ni los invoques. Supongo que la melancolía mezclada con una pizca de inicio incierto son el caldo de cultivo perfecto de la lectura de conversaciones que un día fueron y de espacios que ya no serán. No volver a coincidir es una decisión tan cobarde como valiente y si es una o la otra solo lo sabes tú.
Cuarto:
Tengo un huesito en la nariz que me tiene fijada. Lo repaso, lo aprieto, lo venero y lo odio. Nunca he sabido si los demás me lo ven, pero siento que es una de las cosas más mías. Es como si guardase un secreto en mi cara.
Quinto:
Ayer Borja, Sofi y yo tomamos café y trabajamos con cuaderno y boli. Me recordó a la época de la universidad. Acabamos bebiendo vino en una esquinita que apareció como una luz a lo lejos. Siempre me hacen creer que todo es posible. En casa, después de cenar, Marina, Pablo y yo pintamos a óleo una interpretación libre de la noche de Reyes mientras en la tele pusimos “Barcelona, nit d’hivern”. Pensé que a veces la belleza no solo la encontramos, pensé que a veces tenemos el poder de crearla.