Ahora no lo callo, ahora lo grito
No es Filipinas, no es Bali, no son los lugares. Es verme a mí haciendo cosas que un día pensé pero ni siquiera creía que sería capaz. Es la demostración de que he sido y sigo siendo valiente y que estoy llena de miedos pero también de ganas de vivir más tranquila con ellos. Porque no se vive sin miedo, se convive con él. Y cuando entendí eso quise hace…